Inicios
Todo empezó en Estados Unidos, donde, por esos giros inesperados de la vida, terminé viajando a Santo Domingo. Mi nueva residencia temporal incluyó a mi tía y mi prima, y un restaurante donde, gracias a los amigos de mi tía, pude probar suerte como DJ. Un toque aquí, otro allá, y antes de darme cuenta, estaba enganchado. El plato de tornamesas y yo… una historia de amor en construcción.
De Miami a Washington D.C. (1996-2000)
Por trabajo y (seamos sinceros) algo de fiesta, viajé mucho a Miami, donde me empapé de una cultura musical tan variada como sus playas. Miami fue un punto clave: conocí géneros que jamás habría imaginado y, claro, también a algunos famosos de la época. En esos años, era normal encontrarme a figuras como Gloria Estefan, Enrique Iglesias, Ricky Martin, y hasta algún miembro de NSYNC. Ya sabes, Miami y su gente.
Europa: De Italia a España (2000-2002)
Después de unos buenos años en Estados Unidos, la vida me trajo de vuelta a Europa, y mi destino fue Italia, entre Venecia y Rimini Beach. Ahí, me codeé con la crema y nata de la escena DJ de la época. Llegué a conocer a algunos grandes nombres como Gigi D’Agostino, Mauro Picotto y Molella en sus días de ascenso. Italia fue una experiencia, pero un golpe de suerte me trajo a España, aterrizando en Sevilla.
Sevilla y Holiday
Al llegar, el Obbioclub en Trastamara me abrió sus puertas, y fue solo hace unos seis años cuando tuve el placer de entrar a la cabina de Holiday, una discoteca icónica en Sevilla. Y aquí sigo, con el mismo entusiasmo de siempre, esperando pinchar en esos festivales característicos de Andalucía y España.
Festivales y otros escenarios memorables
En todos estos años, he tenido la suerte de colarme en eventos únicos, aunque no tan mediáticos. En Miami, gracias a unos amigos (y un poco de ayuda divina), pude poner algunas canciones en el Calle Ocho Festival y algunas tambien en el Art Basel After Party. En Venecia, logré hacerme un hueco en el Festival de Música de Jesolo, y en Rimini, el Sunset People Festival fue otra experiencia casi milagrosa. No era exactamente «mi show», pero cada beat tiene su momento, ¿no?